A veces les digo a quienes llegan a la agencia que participar del mundo digital es como si te invitaran a una fiesta. Y es que si, el mundo digital tiene una invitación abierta y democrática a participar, a socializar, a que te vean y sobre todo a que te diviertas con los resultados.
En el mundo digital, como en la vida misma, uno primero decide acceder o no a la invitación, en pocas palabras, decidimos si queremos existir socialmente o quedarnos en las sombras. Vaya, que digo en las sombras, en el olvido, olvido que nos llevará a la desaparición y peor aún, a la cruel muerte de aquellos tímidos que viven pensando que los medios tradicionales los mantendrán a flote. Les digo amigos, lo que los trajo hasta aquí no los hará brillar en el presente y mucho menos los llevará hasta el futuro. Digamos que no bailarán ni de casualidad en la fiesta, ni les invitarán un trago y olvídense de ser convocados a las próximas celebraciones.
Hoy el mundo entero se comunica en digital.
Entonces, si decidimos participar, tenemos que elegir qué usar y más importante aún, decidir cómo llevar nuestra elección. No basta, por ejemplo, ser una marca bien intencionada que decide participar con una web en la red.
Y pasa que llegan así: “Buenas, necesito una web… así bonita”.
Una web, señores, es más que eso, una web es hoy en día la principal representante de una marca en el mundo y una plataforma universal importantísima a la cual puede acceder hasta el más remoto ser residente en el más remoto pueblo del mundo con acceso a Internet y así conocerte y mejor aún, contactarte.
Todo esto se logra gracias a un proceso en el que participan publicistas, diseñadores gráficos, programadores, maquetadores, especialistas en experiencia de usuario, en SEO, entre otros profesionales que logran la web “bonita” que solicitaron al principio. Pero como les digo, no basta con tenerla, sino hay que saber cómo llevarla. Tenemos que saber qué hacer para que esta página logre entregarnos leads, conversiones. En pocas palabras: resultados positivos.
Existe hoy en día una divertida variedad de productos digitales accesibles para colaborar con tu éxito, una plataforma 360 en dónde tenemos muchísimas acciones por tomar: webs, social media, SEO, entre otras actividades que van a incrementar las posibilidades de conseguir posicionamiento, clientes.
¿Cómo empezar en digital? ¿Qué es lo esencial? Lo esencial, como diría el Principito, “es invisible a los ojos”. Me refiero a una estrategia creada en base a objetivos medibles en una primera fase. Todas las marcas quieren ser las mejores y así empiezan los briefs mostrando visiones y misiones, donde en general todo quieren ser los mejores pero, como diría un buen amigo mío, “no es sólo importante serlo, sino parecerlo”, y vamos por eso.
No todas las marcas funcionan igual, antes de iniciar es vital conocerlas a fondo, analizar detenidamente, replantear caminos, identificar necesidades, objetivos.
La buena noticia es que existen un sinfín de oportunidades, infinitos espacios vacíos, lo que significa que podemos convertirlos en imaginación, fantasía, cultura o lo que queramos. Todo depende de la calidad del contenido que creemos y del valor que logre representar para los usuarios.
Quienes manejamos las plataformas digitales de algunas marcas tenemos la responsabilidad de generar contenidos de valor que promuevan la creatividad y el impacto de las mismas. Nuestra labor es mejorar su condición, garantizar resultados medibles, hacer el producto más deseable y además lograr que los usuarios logren una excelente y amigable interacción. Todos somos capaces de concebir ideas, la virtud está en lograr que estas generen real interés y más allá de eso, creo que la responsabilidad es lograr un éxito más real, mostrando a las marcas más humanas, necesitamos que se ganen el respeto de la gente, que transmitan lo mejor de ellas y lo mejor de sus usuarios.
Me queda solo invitarlos a que no se pierdan de participar del mundo digital, el lugar en donde están pasando cosas, pero sobre todo me encantaría que disfruten del proceso. Les garantizo que la experiencia superará cualquier hipótesis, es un lugar en donde todo aún no está descubierto y eso lo hace un mundo en el cual vale la pena invertir lo más preciado de una marca: su tiempo.